De barro y gotas resbalando en tu nariz. De chubasqueros permeables y crujientes hojas de otoño que se hacen esperar. De la humedad haciendo estragos en el pelo y de las terrazas salpicadas en los bares. De las servilletas que no empapan y del cocido de los sábados. De los charcos en las aceras y de las pestañas aglutinadas. De las gotas sobre un labial de color rubí y de la sequía en los Barrios de la Luna. De Atocha entre nubarrones y de Galicia volviendo a abrir sus pulmones al mundo. De ti, que reapareces en los sofás más nublados. Y de mí, que me hago pequeña en las mecedoras de Ikea.
Hoy todo es petricor, la palabra de origen griego que define el olor a tierra mojada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario