28.3.13

El gran desencanto



No será fácil para ti, desde luego que no,  pero confío en que algún día comprendas que la simetría no siempre resulta humana. ¿Acaso has oído hablar de la solidaridad simétrica o de la ternura equilibrada? Ni el mundo resulta matemático ni la belleza se ha medido nunca por los gramos de maquillaje que te ocultan. Así es, puedes juzgar la diferencia y reírte de las aspiraciones utópicas del otro. Te diría que, incluso, puedes mirar por encima de tu hombro empolvado de soberbia. O empolvar  la soberbia de los otros con una buena cantidad de ego irracional. Puedes hacerlo todo y sentirte poderoso ahí arriba, en ese trono andrajoso construido a base de pisotones. Supongo que te resulta fácil esa vida de sonrisas perfectas y burbujas de champagne. Y supongo también que tu intelecto no te permite concebir que haya amor en unos dientes mellados o en un refresco a las seis. 


Gracias por hacerme sentir que no soy como tú. Gracias, de verdad, porque dudo que pudiese resistir la monotonía del tejado bajo el que te resguardas. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario