Más allá de la línea del horizonte que se dibujaba en el rincón del verano de mi infancia, también te ví. Te ví en el polvo de la mesilla de noche, en las manos de quien nos unió y muy cerca de un escenario al otro lado del charco. Los paisajes de carretera a través de las ventanillas charlan sobre tí y el plato de pasta de las tres también...
Si todo es cuestión de fragilidad, no debe quedar una parte de mí que no esté despedazada en tu suelo...
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