19.6.17

Fue bonito

Dueles.
Duelo. 
El duelo. 
Mi duelo. 

Con sus fases, su malestar, sus querer y no poder estar feliz, su pérdida, mi echar de menos, tu ausencia... El duelo es eso que vivimos cada vez que alguien se va para siempre o, al menos, pretendemos que así sea. Ese último abrazo que huele a ti y a mí y que reprime besos y un inexplicable "duerme conmigo esta noche". Que te echo de menos a ratos, que añoro los viajes que pudieron ser y los maratones de series que anticipaban la ternura de tus besos. Que te diría que vuelvas pero no hay sitio en este ático ardiente para los dos. Que quiero ser discreta, que quiero que nadie sepa pero, al final, mucho de lo que arde en esta casa sabe a ti. 

Necesito el roce de tu barba o de una barba en general, pero el miedo me aprieta el pecho. El miedo a rehacer. Tú con tu vida, yo con la mía. Tengo un sentimiento catastrofista que me abre el pecho por la mitad si te vuelvo a ver  y un algo imposible de describir que me impide ceder mi aliento a otro yo. Hacer clic me da miedo. Que te acuestes y tu cabeza haga clic, que sus manos consigan tu clic... Es un pensamiento recurrente al que el raciocionio no alcanza.

Y es de ese miedo que se esconde en las habitaciones oscuras y solitarias de donde surge lo bonito. Tu forma de ser bonito; ese duende que se enroscaba entre tus pestañas y silbaba entre esa sonrisa que algún día repasé. Algunos dicen que las relaciones o el amor es bonito mientras dura. Yo digo que, a pesar de lo dañino y de ese extrañar en bucle, hay bonitos que sobrepasan las barreras del amor. 

La capacidad de ser bonito escala cualquier cordillera, sierra o clavícula. Es como poner una canción de Ella baila sola y sentirte libremente pequeña. Fue bonito y, cuando el duelo y el dolor implosionen, seguirá siendo bonito. Y cuando deje de autoexigirme felicidad, seguirá siéndolo. Y cuando estas palabras no evoquen (nuestros) recuerdos, ahí todo será más bonito. Porque, como ocurre con las grandes obras de la literatura, el amor también gana premios a título póstumo.